Como el árbol estaba bien enraizado y llevaba ya tiempo recuperado, he empezado a trabajarlo.
Lo primero, como siempre, mirar madera y en esta tarea hubo sorpresa. Al empezar a limpiar los huecos del tronco, me di cuenta de que estos estaban unidos dentro del tronco. Además debajo de la corteza, había una zona de madera podrida que había que sanear. Aprovechando elimine unos tocones para que se viese mas esta zona de madera muertas que tan interesantes me parecen. Estos tocones los talle con gubias y rompiendo las vetas para darle la textura del resto de la madera vieja.
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